¿Usted es aficionado a la filatelia? Pues tengo dos noticias, una buena y una mala. La buena es que los sellos de su colección pueden empezar pronto a subir de precio. La mala es que lo harán porque probablemente dejen de usarse.
Y no es que el correo electrónico le haya dado un golpe de muerte al correo tradicional (que también), sino que las nuevas tecnologías van a hacer innecesaria la visita a la oficina de correos . Al menos a los de Suecia y Dinamarca, que están empezando a buscar sistemas inteligentes para vender sellos. Y es que lo cierto es que no siempre se encuentra uno con un lugar para comprar estampillas, cuando va camino hacia el buzón.
La novedosa propuesta de los responsables del correo en estos dos países nórdicos consiste en que usemos nuestros móviles para comprar sellos por mensaje de texto. Y la cosa parece inminente, los daneses empezarán a usar el sistema el mes que viene, y los suecos lo harán a finales de año.
El proceso funcionaría así: se dá de alta en la web de correos facilitando su cuenta corriente para que le pasen los cargos. Cuando necesita un sello, les manda un SMS a los del correo y ellos le devuelven un código de caracteres que simplemente debe escribir (con buena letra, supongo) en la parte del sobre donde antes iban los sellos.
Luego los lectores electrónicos determinarán si la contraseña es correcta (supongo que usarán un algoritmo similar al de los pagos electrónicos por NRC que usa en España la Agencia Tributaria) para que no resulte fácil falsificarlos. De este modo, la comodidad para el que “compra” los sellos es total, y el estado se ahorra mucho dinero en papeles y adhesivos.
Todos contentos. Salvo nosotros, los coleccionistas.
Y no es que el correo electrónico le haya dado un golpe de muerte al correo tradicional (que también), sino que las nuevas tecnologías van a hacer innecesaria la visita a la oficina de correos . Al menos a los de Suecia y Dinamarca, que están empezando a buscar sistemas inteligentes para vender sellos. Y es que lo cierto es que no siempre se encuentra uno con un lugar para comprar estampillas, cuando va camino hacia el buzón.
La novedosa propuesta de los responsables del correo en estos dos países nórdicos consiste en que usemos nuestros móviles para comprar sellos por mensaje de texto. Y la cosa parece inminente, los daneses empezarán a usar el sistema el mes que viene, y los suecos lo harán a finales de año.
El proceso funcionaría así: se dá de alta en la web de correos facilitando su cuenta corriente para que le pasen los cargos. Cuando necesita un sello, les manda un SMS a los del correo y ellos le devuelven un código de caracteres que simplemente debe escribir (con buena letra, supongo) en la parte del sobre donde antes iban los sellos.
Luego los lectores electrónicos determinarán si la contraseña es correcta (supongo que usarán un algoritmo similar al de los pagos electrónicos por NRC que usa en España la Agencia Tributaria) para que no resulte fácil falsificarlos. De este modo, la comodidad para el que “compra” los sellos es total, y el estado se ahorra mucho dinero en papeles y adhesivos.
Todos contentos. Salvo nosotros, los coleccionistas.
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